Señores miembros de la mesa de honor, Dra. Mu Kien Adriana Sang, oradora principal de esta graduación; miembros del Consejo Académico; invitados especiales; distinguidos padres, familiares y amigos de los graduandos; miembros de la prensa; queridos graduandos:
Muy buenos días a todos.
Es un grato honor para mí darles la más cordial bienvenida a esta ceremonia de graduación, en nombre de los miembros de la comunidad universitaria uapiana y el mío.
Hoy nos sentimos profundamente complacidos de entregar a la sociedad 905 nuevos profesionales en las diferentes áreas, con los cuales alcanzamos un total de 49,231 egresados, formados para la paz y el progreso.
Gracias, graduandos, por elegirnos como su casa de estudios y por honrarnos con su esfuerzo y dedicación para poder convertirse en egresados dignos de su Alma Mater.
Ustedes son nuestro mayor orgullo.
Por ello, queremos celebrar con ustedes el alcance de esta gran meta que marca el final de una etapa en sus vidas y el inicio de un nuevo recorrido lleno de oportunidades, esperanzas y sueños.
Hoy reciben un título universitario que entregamos con la convicción de que han adquirido las herramientas y los valores necesarios para afrontar los desafíos del futuro. Pero también confiamos en que hemos desarrollado sus talentos y que estos serán puestos al servicio de la comunidad y de la construcción de un mundo mejor.
No olviden que, al salir hoy de aquí, ustedes son UAPIANOS, personas dotadas de pensamiento crítico, sin miedo a los cambios, flexibles, innovadores, responsables, solidarios, honestos, éticos, preocupados por el medioambiente y el bienestar de los demás, sin olvidar el propio.
No olviden que este país, “sencillamente frutal, fluvial y material, y sin embargo sencillamente tórrido y pateado”, como lo describiría nuestro poeta Pedro Mir, necesita personas con el perfil que ustedes han construido en la UAPA. No subestimen el poder de sus acciones, por pequeñas que estas sean. La suma de sus esfuerzos individuales puede transformar sus entornos sociales.
Hoy, 12 de octubre, día de su graduación, es el día en el que Cristóbal Colón llegó al Nuevo Mundo. Algunas personas ven este día como un día nefasto, en el cual se eliminó al pueblo indígena y sus libertades; otras lo celebran como el encuentro entre dos culturas o como un hecho que favoreció el desarrollo de estas poblaciones. Podemos ver cómo un mismo hecho histórico puede ser visto desde distintas ópticas: una positiva y otra negativa, dependiendo del discurso que lo promueva. Aprovecho y les pregunto: ¿cuál es el discurso que ustedes eligen decirse a ustedes mismos? ¿Cómo eligen ver su mundo? ¿Cómo eligen ver este día y el camino de aquí en adelante? Les propongo que lo hagan con actitud positiva y resiliencia. Mi discurso para ustedes es que hoy se gradúan de una universidad de prestigio, y el camino que viene estará plagado de éxitos. El futuro está en sus manos y el impacto que pueden tener, con la actitud correcta, es ilimitado.
Para finalizar mis palabras de bienvenida a esta graduación, les exhorto a que actúen con propósito y con la convicción de que están en la capacidad de lograr todas las metas que se propongan. ¡Ustedes pueden!
Les reitero mis felicitaciones y les deseo muchos éxitos en el ejercicio de sus profesiones.