Muy buenas tardes a todos.
Es un honor dirigirme a ustedes en esta celebración tan especial: el 30 aniversario de nuestra querida Universidad Abierta para Adultos, la UAPA.
Quiero expresar mi agradecimiento y el de la Junta de Directores:
Primero, a Dios, por guiarnos y concedernos sabiduría a lo largo de este trayecto.
En segundo lugar, agradecemos a todos los que han depositado su confianza en esta institución: participantes, facilitadores, colaboradores administrativos y académicos, organizaciones, al Estado y a la sociedad dominicana en general.
Por último, pero no menos importante, agradecemos a nuestros fundadores, quienes con mucho sacrificio, pero sobre todo con mucho amor, soñaron y forjaron un proyecto educativo accesible para todos. Ellos sembraron una semilla única en el ámbito de la educación superior en la República Dominicana, y hoy vemos cómo ese árbol ha dado grandes frutos de trascendencia para nuestra sociedad.
Hoy no solo celebramos 30 años de existencia, sino 30 años de sueños cumplidos, vidas transformadas y, sobre todo, de futuros creados.
Nuestro lema de este aniversario, «Creando futuros», encapsula la visión de la UAPA: formar personas íntegras, capacitadas y resilientes, que no solo sean protagonistas de su propio desarrollo, sino también agentes de cambio en sus comunidades. Es la convicción de que la educación tiene el poder de cambiar vidas. Es entender que cada estudiante que cruza las puertas de la UAPA no solo está buscando un título o una profesión, sino que está construyendo un mañana mejor para sí mismo, para su familia y para la sociedad.
Hace 30 años, la UAPA nació con un objetivo claro: hacer la educación accesible para todos. No por casualidad, nuestro primer lema fue «Educación para todos». En 1995, la modalidad de educación abierta y a distancia no solo era innovadora, sino que representaba una respuesta a la necesidad de democratizar la educación.
Hoy, podemos decir con orgullo que este sueño se ha materializado en miles de historias de éxito. Contamos con innumerables testimonios de madres, padres, trabajadores, emigrantes y privados de libertad que, con dedicación, lograron obtener su anhelado título universitario.
En tres décadas, hemos demostrado que la educación no tiene edad ni fronteras, y que cuando se brinda una oportunidad, se construyen futuros.
Por supuesto, estos logros no habrían sido posibles sin el esfuerzo conjunto de toda nuestra comunidad.
Hoy celebramos 30 años, pero también plantamos la semilla de los próximos 30. Sabemos que los desafíos de la educación son grandes, pero también sabemos que la UAPA está preparada para enfrentarlos.
Nuestro compromiso es seguir innovando, adaptándonos a las nuevas tecnologías, ampliando nuestra oferta académica y expandiendo nuestro impacto para llegar a más personas que, como siempre, confían en nosotros para construir su futuro.
En este aniversario, les invito a reflexionar sobre el impacto que hemos tenido en miles de vidas y a imaginar todo lo que podemos lograr en los próximos 30 años.
La UAPA no es solo una universidad; es un motor de transformación, un puente de esperanza para quienes buscan crear un mejor mañana.
Gracias por ser parte de esta gran familia y por creer en nuestra misión. Sigamos juntos creando futuros llenos de logros.
¡Feliz 30 aniversario, UAPA!